Horizonte 2030: los desafíos energéticos de la industria productiva mexicana

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El panorama internacional ha marcado en los últimos años un objetivo muy claro para toda la sociedad: la reducción de la huella de carbono.

Desde el Acuerdo de París, se han iniciado a trabajar y a delinear las líneas guía para poder lograr este objetivo a lo largo del decenio 2020-2030, como por ejemplo, programas públicos, fondos de inversiones dedicados o proyectos de transferencia tecnológica, entre otros, para impulsar la implementación de los mismos en el panorama internacional. 

México, doceava economía mundial, es uno de los actores principales que tiene el llamado para implementar estas medidas y lograr el combate al cambio climático. En este sentido, es de suma importancia poder visualizar las problemáticas y desafíos a los cuales se enfrenta la industria productiva del país, tanto desde el punto de vista interno, como de contexto país.

En lo que corresponde a las temáticas relativas a las dinámicas internas, sin lugar a dudas, los temas clave son la eficiencia energética, la generación en sitio, el problema del agua, así como el transporte.

Estos temas, todavía necesitan de mucho impulso para poder avanzar de una forma realmente sustantiva, ya que las empresas que han implementado y certificado estrategias en eficiencia energética, por ejemplo a través del ISO 50001, no superan el 15% a nivel nacional.

Esto se debe a dos razones: la primera es la falta de conocimiento y de expertos en la materia, y la segunda es la inversión que se tiene que hacer para implementar esos proyectos.

Lo mismo pasa en el tema del agua, tema sumamente crítico que requiere de la implementación de estrategias para la reutilización del agua. La falta de conciencia y de planeación han sido, en el pasado, el problema principal que está contribuyendo a la crisis hídrica que hoy vive el país.

En lo relativo al tema de la generación en sitio, si por un lado se han difundido mucho los proyectos chiquitos de generación distribuida, la realidad es que se requiere un empuje mucho más grande para poder realizar proyectos que solventen los requerimientos reales de la industria, especialmente en lo que corresponde a la demanda eléctrica.

Para eso es necesario que se impulse la expedición de los permisos correspondientes por parte de las autoridades competentes.

Por último, el tema del transporte interno. Muchas empresas están migrando al modelo eléctrico, aunque la problemática que se tiene en ese sentido es la necesidad de contar con una política pública que fomente el crecimiento de las infraestructuras, tanto en redes como en generación de energía eléctrica, para poder atender la demanda de estos vehículos.

Ligado con lo anteriormente dicho, se presentan las dinámicas semi directas, es decir, las ligadas a los insumos de consumo eléctrico y de gas. En esta línea, es de fundamental importancia contar con un abastecimiento seguro y sostenible, lo cual significa, por el lado de electricidad, una ampliación del parque de generación a través de energías renovables que permitan al usuario poder adquirir la misma a un precio más competitivo y, sobre todo, con un impacto ambiental muy bajo.

Por el lado del gas, se requiere fomentar el crecimiento de la infraestructura de gasoductos existente, así como el crecimiento de la comercialización del biogás como fuente primaria de alimentación sustentable.

En lo que corresponde a estas problemáticas, será determinante la implementación de las políticas públicas por parte del país dirigidas al fortalecimiento y al desarrollo de estas necesidades.

De último, ligado con las dinámicas indirectas, será fundamental involucrar toda la cadena de valor del sector industrial en este proceso de descarbonización, ya que los objetivos Net Zero abarcan el producto final, así que todos serán responsables en sus medidas de dar su contribución para reducir la huella de carbono.

Este elemento resulta fundamental también desde el punto de vista de competitividad, ya que una industria nacional descarbonizada es mucho más atractiva a los ojos de los inversionistas nacionales e internacionales.

El reto que se tiene por delante es realmente importante y es, por ese mismo motivo, que es de fundamental importancia, desde el lado industria, implementar una metodología científica que les permita planear de forma clara las metas y los tiempos para llevar a cabo el plan de descarbonización.

Desde el lado público, es central colaborar con las autoridades para poder afinar las políticas publicas que permitan al país convertirse en un líder mundial en políticas de Net Zero y, desde el punto de vista social, ayudar en brindar un salto en la calidad del medioambiente en México, lo cual significa la generación de bienestar para todos los ciudadanos.

Los próximos años serán determinantes para el futuro industrial y ambiental del país, por lo que todas las partes involucradas deberán colaborar para un México más limpio y competitivo.

Dr. Paolo Salerno

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