De acuerdo con la columna de Atzayaelh Torres, especialista en economía y columnista de «El financiero» y «La política online», presenta una perspectiva en la que 2026 se perfila como uno de los años más complejos para la economía mexicana desde la pandemia en 2020, pese a que los principales indicadores macroeconómicos muestran una aparente estabilidad.
En su análisis, se destaca que, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) mantiene un crecimiento marginal, el desempleo y la inflación se encuentran bajo control y el tipo de cambio se ha mostrado fuerte, durante 2025 se ha presentado un freno significativo a la inversión, tanto nacional como extranjera.
Con este escenario, la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum habría apostado a dos pilares para enfrentar la compleja coyuntura de 2026: el Plan México y el fortalecimiento del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
En una entrevista exclusiva para P&E, Atzayaelh Torres, detalla que el 2026 será un año clave para la economía mexicana, en donde existe mucha firmeza, con indicadores estables, sin embargo, es necesario que más allá de intenciones, se necesitan acciones con fuerza.
«El SAT tiene una responsabilidad muy grande y las inversiones del Plan México. Estamos cerrando el 2025 con grandes proyectos en materia de infraestructura ya concretados, pero aún falta bastante fuerza en la parte económica» menciona Torres.
Por otro lado, también destaca que una parte fundamental es el posicionamiento del T-MEC, el cual puede jugar un papel antagónico en la economía, generando incertidumbre para México y Canadá y provocar una merma en las cadenas de negocios.
En cuanto al tema de energías renovables, el experto nos menciona que cerramos 2025, con un papel favorable para las energías renovables, pero no prioritario. «Hay que recordar que la matriz energética en el país está totalmente enfocada al gas natural. Por lo que, la apuesta principal es por la seguridad energética y la soberanía»
Torres destaca en su columna, que la correcta ejecución del Plan México será clave para mantener el atractivo del país para los negocios y para impulsar la inversión en infraestructura, indispensable para sostener el lento crecimiento económico. Recuerda que las principales instituciones financieras prevén para 2026 un crecimiento máximo del PIB de 1.5 por ciento, mientras que en 2025 no alcanzará el uno por ciento.
Subraya también que históricamente el segundo año de gobierno suele ser el más dinámico en términos económicos, impulsado por la obra pública. En ese mismo sentido, es que el Paquete Económico 2026 contempla una inversión pública de 228 mil millones de pesos, lo que representa al menos un incremento real de 21% respecto a lo aprobado para 2025, con énfasis en proyectos estratégicos como la ampliación de la red ferroviaria.
No obstante, el experto advierte que estos esfuerzos deben complementarse con una ampliación de la base de contribuyentes y un combate más efectivo a la informalidad.
Por otro lado, hay otro punto importante a destacar como, el Plan México y el SAT, ya que, el gobierno federal podría implementar otras medidas para atraer capitales, como una mayor participación del sector empresarial en la revisión del T-MEC, el lanzamiento de contratos mixtos con Pemex y la priorización de proyectos estratégicos de la CFE.
Finalmente, el autor hace énfasis a que en 2026 habrá factores que impulsen la actividad económica, como la celebración del Mundial de Futbol, que prevé la llegada de al menos unos cinco millones de visitantes, así como la ampliación de los programas sociales. Sin embargo, concluye que estos elementos no serán suficientes para dar un impulso sólido a la economía el próximo año. 2026 se perfila como un año clave para salvar la estabilidad económica, o por el contrario, no poder solucionar esta problemática.